China presenta licencias de exportación para coches eléctricos

A partir del 1 de enero de 2026, el gobierno chino requerirá a los exportadores de vehículos totalmente eléctricos obtener una licencia para exportar dichos vehículos. De esta manera, China está fortaleciendo su control sobre los modelos enviados al exterior.
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La razón oficial anunciada en un comunicado conjunto de los cuatro ministerios es "promover el desarrollo saludable del comercio de vehículos con sistemas de propulsión alternativos".
El anuncio genera temores de que una situación similar a la exportación de elementos de tierras raras pueda surgir con los vehículos eléctricos al inicio del año. Tras una prohibición de exportación a mediados de abril en respuesta a la guerra comercial emprendida por el presidente estadounidense Donald Trump, Pekín permitió reanudar los envíos al extranjero en junio, pero solo bajo estrictas condiciones. Desde entonces, ha habido informes regulares de problemas con las licencias de exportación para elementos de tierras raras, en parte debido a largos tiempos de procesamiento de solicitudes, en parte debido a abusos burocráticos.
Las nuevas reglas afectan no solo a los fabricantes de automóviles chinos que están ampliando activamente su presencia en el extranjero, sino también a los fabricantes internacionales que producen coches eléctricos en China para otros mercados. Volkswagen, por ejemplo, produce el Cupra Tavascan solo en China, mientras que Tesla suministra el modelo Y, el crossover producido por la Gigafábrica de Shanghái, a otros países asiáticos.
Queda por ver exactamente cómo se emitirán las licencias. China puede no solo decidir qué fabricantes pueden exportar, sino también considerar un país por destino, utilizando las licencias de exportación de vehículos eléctricos como una herramienta de presión política.