Juego, trabajo y vivo gracias al chip en mi cabeza: los primeros pacientes de Neuralink rompen el molde

Medio siglo de investigación finalmente está dando resultados: los implantes cerebrales están saliendo de las sombras de los laboratorios y comenzando a cambiar las vidas de las personas. El ejemplo más notable es Noland Arbaugh, el primer paciente de Neuralink de Elon Musk. Paralizado tras un accidente acuático, primero jugó con el chip y ahora edita sitios web, envía correos electrónicos, hace banca y está recuperando su independencia.
Neuralink ya ha implantado sus dispositivos en siete personas, permitiéndoles controlar computadoras e incluso trabajar. Uno de los usuarios, Mike, ahora es un técnico de investigación a tiempo completo trabajando desde casa. Alex, un ex ensamblador de piezas, crea componentes en 3D a pesar de haber perdido la movilidad de sus brazos.

Un implante Neuralink. Ilustración: Neuralink
Por qué es importante
De experimentos a la vida real: por primera vez en una década, los dispositivos BCI están pasando más allá del laboratorio y están realmente restaurando la capacidad de las personas con parálisis para trabajar y comunicarse. Esto no se trata solo de Neuralink, ya que los competidores están ofreciendo soluciones menos invasivas y más versátiles, desde chips en la superficie del cerebro hasta aquellos inyectados a través de vasos sanguíneos. La velocidad y la escala también son impresionantes: UC Davis está convirtiendo pensamientos en discurso en 10 milisegundos, y Synchron está preparando una conexión Bluetooth para el iPhone. Junto con la restauración de la independencia para las personas con lesiones severas vienen las implicaciones sociales: una posible transformación de las capacidades humanas para el mañana. Pero las perspectivas también vienen acompañadas de desafíos éticos: la privacidad, la seguridad de los datos y los límites de las actualizaciones cerebrales requieren atención seria hoy.
Los competidores están llegando
Neuralink no está sola en la carrera. Paradromics acaba de realizar la primera implantación de su chip de 1,600 electrodos (en comparación con los 1,024 de Neuralink). Precision Neuroscience ofrece películas delgadas menos invasivas, y Synchron, respaldada por Jeff Bezos y Bill Gates, ya ha implantado a 10 personas con dispositivos que ni siquiera requieren abrir sus cráneos. Su chip pronto se convertirá en el primer BCI Bluetooth para dispositivos Apple.
Pero hay matices
La tecnología aún está lejos de ser perfecta. El sistema de UC Davis se equivoca en el 44% de las palabras, y los fabricantes aún tienen que resolver los problemas de seguridad y privacidad de los neurodatos. Sin embargo, el optimismo está creciendo: se espera que los primeros productos comerciales para personas con lesiones de la médula espinal o ELA se lancen en 2-3 años.
¿Qué sigue?
Arbo cree que un día el BCI se volverá tan común como un teléfono inteligente. Pero ahora mismo, para él y otros probadores, estos chips no se trata de fantasías cibernéticas, sino del regreso de cosas humanas simples: libertad de movimiento y la capacidad de vivir de manera independiente.
Fuente: qz.com