China muestra la bomba de grafito: es un arma para cortar toda la electricidad de las ciudades (video)

La cadena de televisión estatal de China, CCTV, ha mostrado un video animado de un nuevo desarrollo chino: un misil con una cabeza explosiva de grafito que puede paralizar el suministro de electricidad de regiones enteras. Según concibieron los desarrolladores, el arma no destruye edificios o equipos, sino que "interfiere" en el sistema eléctrico, creando el efecto de un apagón total. Esto fue reportado por el South China Morning Post.
La cabeza explosiva contiene 90 submuniciones que se abren en el aire después del lanzamiento y dispersan fibras de carbono. Las fibras provocan cortocircuitos en redes de alta tensión, desactivando efectivamente instalaciones de infraestructura crítica como subestaciones, líneas eléctricas y transformadores. La zona de impacto es de al menos 10,000 metros cuadrados. El misil tiene un alcance de 290 km.
Según los analistas, esta arma encaja perfectamente en la doctrina militar de China de "guerra en sistemas". Esto significa que el objetivo principal no es la destrucción física, sino la parálisis de comunicaciones, energía y centros de mando enemigo.
Armas sin humo ni explosiones
Las bombas de grafito no son nuevas en la tecnología militar. Fueron utilizadas activamente por los Estados Unidos durante las operaciones en Yugoslavia e Irak. Por ejemplo, en Irak, después de un ataque, la ciudad de Nasiriyah quedó sin electricidad durante más de 30 días. Sin embargo, Pekín ahora no solo está repitiendo esta tecnología, sino que también la está adaptando a sus propios fines en posibles conflictos, en particular alrededor de Taiwán.
Los analistas señalan que tales armas permiten atacar la infraestructura enemiga sin destrucción masiva y víctimas. Sin embargo, hay un matiz: un apagón provoca una catástrofe humanitaria: sin agua, comunicación, atención médica y transporte.
Por qué es peligroso
China no solo está probando armas: las está mostrando como un elemento de presión psicológica. El mensaje es claro: Pekín puede "apagar" ciudades enteras, centros de mando e instalaciones militares sin disparar un solo tiro. Esta es una señal muy preocupante para Taiwán y sus aliados.
China tiene el control total sobre la producción de grafito, un componente clave para estas armas. También dispone de la base industrial para la producción masiva de misiles. Esto convierte al nuevo sistema no en un juguete exótico, sino en una herramienta real de chantaje estratégico.
La era de "guerra sin explosiones" ya no parece una fantasía. La bomba de grafito china es el arma del futuro para las guerras de infraestructura. Su tarea no es destruir ciudades, sino hacerlas inhabitable. Y es quizás aún más aterradora que los misiles tradicionales.