El robot "perro" sueco Luna ha recibido un verdadero "sistema nervioso" artificial IntuiCell

IntuiCell (Suecia), una startup lanzada en 2020 de la Universidad de Lund, ha presentado un robot "perro" llamado Luna, que en realidad es el primer robot en tener un "sistema nervioso" digital funcional. Esta tecnología permitirá a los robots adquirir su propia percepción "nerviosa artificial". No se trata solo de responder rápidamente a comandos, sino también de la capacidad de trabajar de manera adaptativa y autónoma, teniendo en cuenta las condiciones ambientales e incluso los "sentimientos" del cuerpo mecánico.
El enfoque de IntuiCell se basa en imitar el sistema nervioso biológico y transferir su arquitectura al software. Luna no necesita ser entrenada en bases de datos masivas o simulaciones fuera de línea - "aprende" directamente en el mundo real, analizando sus acciones y errores en tiempo real. Como explicó Viktor Luthman, CEO de la compañía: "Este es el primer software que permite a una máquina aprender de la misma manera que un humano o un animal."
La esencia de la tecnología es la implementación de un sistema que simula el trabajo de los componentes periféricos y centrales del sistema nervioso humano. Esto significa que los robots podrán no solo detectar el tacto, la presión o la temperatura, sino también tomar decisiones por su cuenta respecto a reacciones, como retirar el manipulador en caso de carga excesiva o sobrecalentamiento.
En los videos de demostración, se muestra a Luna intentando mantenerse en pie y adaptarse como un cachorro o una jirafa recién nacida, mejorando gradualmente su equilibrio sin intervención humana.
El objetivo de IntuiCell es extender la tecnología a plataformas más complejas, como robots glumanoides, exploración de aguas profundas, o misiones interplanetarias donde no hay datos de entrenamiento disponibles. El uso de tales máquinas podría ser útil en entornos extremos, como en la Luna, Marte o en áreas de desastres naturales.
IntuiCell ha recibido financiación de Navigare Ventures (Suecia), SNÖ Ventures (Noruega) y fondos de la Unión Europea. La compañía ahora se está preparando para escalar el sistema y aplicarlo a varios tipos de robots, desde plataformas cuadrúpedas hasta futuros sistemas humanoides móviles.
Los desarrolladores suecos utilizan una arquitectura de inteligencia artificial avanzada que proporciona retroalimentación táctil y espacial en tiempo real. Esto permite al robot no solo detectar señales externas, sino también aprender de la experiencia que ha adquirido, tal como lo hacen los organismos vivos. La tecnología se centra en aplicaciones en manufactura compleja, medicina, equipos de rehabilitación y cuidado.
Según los desarrolladores, el objetivo no es imitar la inteligencia humana como tal, sino crear una interfaz corporal efectiva para las máquinas - capaz de analizar, adaptarse y actuar sin necesidad de control remoto directo.
En un contexto global, esto podría ser un paso clave hacia la aparición de robots más autónomos y seguros que puedan operar en entornos donde la presencia humana es limitada o indeseable, como instalaciones de materiales peligrosos, exploración de aguas profundas o zonas de desastres naturales. Se espera que los primeros prototipos se presenten en 2026.
Fuente: 1e9.community