El director canadiense Cronenberg cree que el discurso de odio contra Brutalist por usar IA es una campaña deliberada de otros nominados al Oscar

El director canadiense David Cronenberg intervino en el debate sobre el uso de la inteligencia artificial en la película Brutalist. La película, dirigida por Brady Corbett, llamó la atención por su trama dramática y la poderosa interpretación de Adrien Brody. Sin embargo, la película también ha estado en el candelero por otra razón: algunas personas no están contentas con la forma en que se utilizó la tecnología de IA para corregir el acento húngaro de Brody.
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Según The Hollywood Reporter, Cronenberg no contuvo sus emociones mientras hablaba en el reciente Festival de Bandas Sonoras de Londres con su viejo colega, el compositor Howard Shore. Sugirió que la reacción no fue sólo una cuestión de ética o de arte, sino tal vez un movimiento deliberado.
"Creo que fue una campaña contra Brutalist por parte de algunos de los otros nominados al Oscar", dijo. "Es muy similar al estilo de Harvey Weinstein, aunque ya no esté". En su opinión, podría tratarse de un ataque furtivo de competidores que querían minar las posibilidades de la película de ganar el Oscar.
El Brutalista cuenta la historia de Laszlo Tóth, un arquitecto húngaro-judío interpretado por Brody, que huye a Estados Unidos tras la II Guerra Mundial para reconstruir su vida y su carrera. Brody ganó el Globo de Oro al mejor actor de drama y el segundo Oscar de su carrera por este papel.
La polémica comenzó cuando al editor David Yancho se le escapó que se había utilizado tecnología de inteligencia artificial de la empresa ucraniana Respeecher para pulir los diálogos en húngaro de Brody. El húngaro es un idioma difícil de dominar, y aunque Brody y su coprotagonista Felicity Jones trabajaron duro con un profesor de dialecto, el equipo quería que todo fuera perfecto, tan preciso que ni siquiera los hablantes nativos notaran la diferencia. Cargaron las voces de los actores en el software para afinar ciertos sonidos. No se trataba de un cambio completo, sino de una pequeña corrección.
A Cronenberg no le molesta el revuelo. La manipulación de la voz en el cine no es nada nuevo. En su película Butterfly (1993), cambió el tono de la voz del actor John Lone para que coincidiera con la revelación del sexo del personaje. Para él, forma parte de las herramientas del cineasta y no hay por qué alarmarse.
Fuente: THR